REPORTAJE PUBLICADO EL 23 DE AGOSTO DE 2017.
Construida a principios del siglo XX, la heredó de su padre y constructor un pintor y profesor de dibujo que intentó llevar a cabo una rehabilitación de la vivienda, queriendo incluso hacer de ella un museo. Hasta proyectó recrear el Partenón Griego en su jardín. Pero ninguno de sus planes tuvo éxito. Hoy en día la administración pública ha manifestado su interés en convertir la mansión en sede de actos culturales e integrarla en una futura urbanización. Una vez más, muchos proyectos, planes y demás habladurías mientras la mansión sigue esperando a medida que va perdiendo lo poco que le queda del esplendor que lucía en los años 20.
La casa se encontraba rodeada de un muro de mampostería y rejas muy elaboradas. La fachada y los interiores muestran una combinación de estilos antiguos y modernos. En la entrada, nos dan la bienvenida cuatro columnas dóricas que han aguantado el paso del tiempo pero en muy mal estado.
Está formada por tres plantas de forma cuadrangular y una terraza con balaustrada. Las ventanas están decoradas con azulejos y una enorme cantidad de ornamentación que le dan un aire incluso sobrecargado, ya que ni el más mínimo rincón se libra de poseer una cenefa tallada hasta en el más mínimo detalle.
En la parte trasera se encuentran la casa de sirvientes y la piscina, ambos en un estado deplorable. Lo poco que se puede contemplar de la casa son dibujos egipcios en la fachada. Lo demás se puede decir que son montones de escombros y muros a punto de ceder.
Las columnas del porche que hay a la derecha, la fachada peor conservada, parece que son de estilo dórico, pero casi no se puede apreciar.
El interior de la casa no está mucho mejor que el exterior. Aún habiendo sido destrozada y quemada a conciencia, todavía sobreviven rosetones tallados, frisos, algunas pinturas y muchos detalles.
Hay fotos que son muy parecidas pero mostrando un poco de atención sobre ellas se podrán observar nuevos detalles, porque incluso en el estado en el que se encuentra la mansión, siguen habiendo hasta en el sitio menos esperado.
¿Podrá esperar mucho más la mansión a ser rehabilitada antes de que caiga y se pierda esta maravilla? Yo diría que no.