REPORTAJE PUBLICADO EL 27 DE SEPTIEMBRE DE 2017.
Poco queda de este matadero que tuvo que ser demolido en su gran mayoría para que dejaran de utilizarlo como punto de encuentro para “Raves” y demás fiestas de desfase, en los que se exponían a todos los peligros que tiene cualquier edificio abandonado con el aliciente de pasar las noches allí y no precisamente con todos sus sentidos en buen estado.
La vida de este edificio tuvo un final trágico, ya que ardió por la falta de seguridad en unas reformas y pudieron salir todos los trabajadores a excepción de dos de ellos, que perecieron acorralados en la segunda planta.
Durante el reportaje nos acompaña un tiempo triste y oscuro, acorde con toda la zona en la que se ubica el matadero, así como en su triste final.