El convento Jesús del Valle es uno de los mejores ejemplos de hacienda-cortijo del siglo XVI y clave para el estudio de las explotaciones agrícolas y ganaderas de la Iglesia y del papel económico que jugó la Compañía de Jesús en aquellos siglos. Por eso Jesús del Valle acaba de ser inscrito en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de monumento. El cortijo consta de un edificio principal, la hacienda propiamente dicha, donde hubo en su día un molino de aceite, otro de harina, lagar y corrales. Y una segunda zona destinada a residencia de los jesuitas. Todo ello rodeado de lo que en su día fueron abundantes tierras de labor. Y enclavado en una zona de gran riqueza paisajística, lo que llevó a su propietario a diseñar un proyecto para convertir la hacienda en un hotel de lujo. Hoy día aquello es una construcción ruinosa, pero ya es un monumento.
Por aquí accederemos al interior, pero antes vamos a echarle un vistazo al exterior.
Entramos.
La alarma sobrevive.
Media lápida…
Las escaleras de antes dan a esta segunda planta, sin suelo.
Accedemos a la segunda planta por las escaleras que vimos al principio.
La habitación inundada de mazorcas.
Para ir terminando, unas fotos aéreas…
Y para terminar, un vídeo hecho también desde las alturas. Espero que lo disfrutéis tanto como yo al hacerlo.
Agradecimiento a Sandra S. por la colaboración en este reportaje.
One thought on “Convento Jesús del Valle.”
Tanto refugiado africano queriendo entrar a España y tanto lugar dónde poder acomodarles que se me hace un desperdicio de espacio y recursos para ayudarnos entre los hombres, sin distinción de raza, credo, sexo. Es imposible no pensar en la maravilla quedebieron haber sido estás construcciones en su tiempo. Los pasillos, las ventanas, las habitaciones. Ruinas que hablan todavía, esqueleto de un gigante.
Tanto refugiado africano queriendo entrar a España y tanto lugar dónde poder acomodarles que se me hace un desperdicio de espacio y recursos para ayudarnos entre los hombres, sin distinción de raza, credo, sexo. Es imposible no pensar en la maravilla quedebieron haber sido estás construcciones en su tiempo. Los pasillos, las ventanas, las habitaciones. Ruinas que hablan todavía, esqueleto de un gigante.